Gastroenteritis aguda: Causas y qué hacer

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Gastroenteritis aguda: Causas y qué hacer

La gastroenteritis aguda se refiere a la inflamación del sistema gastrointestinal que se manifiesta con diarrea, vómitos y, en ocasiones, fiebre o dolores corporales. Esta afección afecta a millones de personas en todo el mundo cada año y puede ser especialmente grave en niños pequeños, ancianos o personas con sistemas inmunológicos debilitados. La diarrea es una de las principales causas de muerte en niños en países menos desarrollados, principalmente debido a la desnutrición, el agua contaminada y el acceso limitado a la atención médica. Incluso en países desarrollados como Grecia, la gastroenteritis viral es una causa común de enfermedad, obligando a muchas personas a buscar ayuda médica o a faltar al trabajo o la escuela.

Causas

La gastroenteritis aguda puede ser causada por varios factores que afectan el estómago y los intestinos. Aunque las bacterias y los parásitos pueden ser responsables de la aparición de los síntomas, los virus son una de las causas más comunes de gastroenteritis. Comprender las diversas causas posibles puede ayudar tanto en la prevención como en el tratamiento.

En bebés y niños pequeños, el rotavirus es una de las principales causas, mientras que en niños mayores y adultos el norovirus es la causa más frecuente. El astrovirus y el adenovirus también pueden causar diarrea y vómitos en personas de todas las edades. Estos virus generalmente se transmiten por la vía fecal-oral, lo que significa que pequeñas cantidades de heces o vómito de una persona infectada pueden llegar a la boca de otra persona si las manos, los alimentos o las superficies están contaminados. El norovirus también puede transmitirse a través de gotitas microscópicas en el aire cuando alguien vomita intensamente.

Los microorganismos bacterianos también pueden causar gastroenteritis, generalmente a través de alimentos o agua contaminados. Los “culpables” bacterianos comunes son la salmonella, la shigella, el campylobacter y ciertos tipos de E. coli. A veces, estas bacterias producen toxinas, por lo que incluso si se destruyen al cocinar, las toxinas pueden permanecer en los alimentos y causar síntomas cuando se consumen.

Las infecciones parasitarias, como las causadas por giardia o amebas, son otra causa posible. Estos parásitos se encuentran comúnmente en áreas con bajos niveles de higiene y pueden sobrevivir en el agua si no se trata adecuadamente. Cuando las personas beben o usan agua contaminada para cocinar y limpiar, los parásitos pueden ingresar al cuerpo y causar diarrea y vómitos.

Algunas toxinas y sustancias químicas también pueden dañar la mucosa del estómago o los intestinos, causando síntomas similares a los de la gastroenteritis. Por ejemplo, los alimentos que no se almacenan correctamente pueden desarrollar bacterias que producen toxinas dañinas. Además, los contaminantes químicos en el agua pueden causar irritación gastrointestinal.

Finalmente, algunos medicamentos pueden irritar el sistema gastrointestinal, causando síntomas similares a los de la gastroenteritis. Los antibióticos son un ejemplo clásico, ya que pueden alterar el equilibrio de las bacterias beneficiosas en el intestino y provocar diarrea.

En resumen, aunque muchos microorganismos y factores pueden llevar a la gastroenteritis, los virus, especialmente el norovirus y el rotavirus, son los responsables más comunes, especialmente durante el invierno.

Formas de transmisión

La gastroenteritis aguda puede transmitirse de varias maneras, dependiendo del patógeno responsable (virus, bacteria o parásito). Sin embargo, una ruta común para la mayoría de las causas es la transmisión fecal-oral. A continuación se presentan las principales formas de transmisión:

A. Transmisión fecal-oral

  • Contacto de persona a persona: Pequeñas cantidades de heces o vómito de una persona infectada pueden llegar a la boca de otra persona. Por ejemplo, si una persona con gastroenteritis no se lava bien las manos después de usar el baño, puede transmitir los gérmenes al tocar a otros o usar objetos comunes como cubiertos, juguetes o superficies en el baño.
  • Contaminación de alimentos y agua: Los alimentos o el agua contaminados son una forma común de transmisión. Esto puede ocurrir si la fuente de agua no está limpia o si los manipuladores de alimentos no mantienen una higiene adecuada. Incluso los alimentos crudos, como frutas y verduras, pueden transportar gérmenes si se lavan con agua contaminada.

B. Transmisión por el aire
Algunos virus, principalmente el norovirus, pueden transmitirse por el aire cuando una persona infectada vomita intensamente. Partículas virales microscópicas se liberan en el aire y pueden depositarse en superficies o ser inhaladas por personas cercanas. Aunque esta forma de transmisión es menos común que la vía fecal-oral, explica por qué la gastroenteritis se propaga tan rápidamente en espacios cerrados, como cruceros o residencias de ancianos, especialmente durante el invierno.

C. Contacto con superficies contaminadas
Superficies como mesas, pomos de puertas, grifos o juguetes pueden albergar gérmenes si han sido tocados por una persona infectada o expuestas a gotitas de vómito o heces. Cualquiera que toque estas superficies y luego se lleve las manos a la boca, se toque la nariz o coma, puede ingerir estos gérmenes sin darse cuenta. Los baños compartidos en dormitorios, guarderías u otros lugares donde viven muchas personas juntas son particularmente vulnerables a esta forma de transmisión.

D. Exposición directa a toxinas
Algunas bacterias producen toxinas que permanecen activas en los alimentos, incluso cuando las bacterias han sido destruidas al cocinar. Si estas toxinas están presentes en alimentos que no se han almacenado o procesado correctamente, pueden causar gastroenteritis sin necesidad de transmisión de persona a persona.

E. Transmisión a través del agua
En áreas con bajos niveles de higiene, parásitos como la giardia o la ameba a menudo se transmiten a través de agua no tratada o contaminada al nadar (en lagos o ríos). Nadar o ingerir accidentalmente agua que contiene estos parásitos puede llevar a una infección.

F. Transmisión de animales a humanos
Aunque no es tan común como la transmisión de persona a persona en la gastroenteritis viral, algunas infecciones bacterianas (como ciertas cepas de E. coli o salmonella) pueden transmitirse de mascotas, reptiles u otros animales. Lavarse bien las manos después de tocar animales es crucial, especialmente en granjas o zoológicos donde se permite el contacto directo con los animales.

Síntomas

Los síntomas más comunes de la gastroenteritis viral incluyen la aparición repentina de diarrea acuosa, náuseas y vómitos. Puede haber fiebre leve, escalofríos, dolores corporales y una sensación general de malestar. Aunque generalmente desaparece en unos pocos días, la mayor preocupación es la deshidratación, especialmente en casos de vómitos y diarrea frecuentes. La deshidratación se estima por la presencia de síntomas como sed, boca seca, mareos y orina oscura. Los niños pequeños pueden volverse inquietos o letárgicos y presentar ojos hundidos o fontanela hundida en la cabeza. Los ancianos o personas con otros problemas de salud pueden tener más dificultades para recuperarse si no pueden beber suficientes líquidos.

Diagnóstico

Se sospecha de gastroenteritis viral si una persona presenta diarrea acuosa y vómitos que comienzan rápidamente y desaparecen en 2-3 días. Si los síntomas son graves o hay sangre en las heces, fiebre alta o más de 6 evacuaciones al día, pueden ser necesarias más pruebas para determinar si se trata de una infección bacteriana o parasitaria. En pacientes particularmente debilitados o deshidratados, se pueden tomar muestras de heces o sangre para un diagnóstico más preciso.

Tratamiento

El tratamiento de la gastroenteritis viral tiene como objetivo prevenir o corregir la deshidratación. En casos leves, la ingesta de líquidos como agua, bebidas deportivas o soluciones de rehidratación oral de la farmacia suele ser suficiente. En los niños, estas soluciones reemplazan los líquidos y electrolitos perdidos sin irritar demasiado el estómago. Si la deshidratación es grave, especialmente en bebés, ancianos o personas con problemas de salud crónicos, puede ser necesaria la hospitalización para administrar líquidos por vía intravenosa. Los antibióticos no son efectivos contra los virus, y los medicamentos que reducen o detienen la diarrea y los vómitos generalmente no se administran a niños pequeños debido a posibles efectos secundarios. Algunos probióticos pueden ayudar a reducir la duración de la diarrea, pero su efectividad varía y aquellos interesados en tomar algún suplemento deben consultar a su médico.

Prevención

Uno de los pasos más importantes para prevenir la gastroenteritis viral es lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón, especialmente después de usar el baño, cambiar pañales y antes de preparar o consumir alimentos. También es importante desinfectar las superficies, especialmente si hay una persona en el hogar con una enfermedad crónica o inmunodeprimida. Evitar alimentos o agua contaminados, cocinar adecuadamente (especialmente mariscos) y lavar minuciosamente los alimentos son formas recomendadas de reducir la propagación de gérmenes. Las buenas prácticas de higiene, el agua potable limpia y la detección temprana de focos de transmisión en escuelas o lugares de trabajo contribuyen a limitar una propagación más amplia.

Curso natural

La mayoría de las personas se recuperan de la gastroenteritis viral en unos pocos días a una semana. En adultos sanos, el descanso y una hidratación adecuada suelen llevar a una recuperación completa sin complicaciones. Sin embargo, las personas con mayor riesgo de enfermedad grave, como niños pequeños, ancianos y personas con sistemas inmunológicos debilitados, pueden experimentar deshidratación severa que requiere hospitalización. Cualquier persona que presente fatiga extrema, mareos, muy poca orina, caída de la presión arterial o confusión debe contactar a un médico de inmediato, ya que estos síntomas indican una deshidratación potencialmente peligrosa.

Aunque la gastroenteritis aguda es molesta y desagradable, la atención a la ingesta de líquidos, la reposición de electrolitos y el mantenimiento de una buena higiene ayudan a la mayoría de los pacientes a recuperarse rápidamente y a prevenir la transmisión de la enfermedad a otros.

Last update: 16 February 2025, 17:55

DR. CHRIS ZAVOS, MD, PHD, FEBGH

Gastroenterologist - Hepatologist, Thessaloniki

PhD at Medical School, Aristotle University of Thessaloniki, Greece

PGDip at Universitair Medisch Centrum Utrecht, The Netherlands

Ex President, Hellenic H. pylori & Microbiota Study Group