Dieta para el síndrome del intestino irritable

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Dieta para el síndrome del intestino irritable

El síndrome del intestino irritable es una enfermedad crónica que afecta aproximadamente al 4,1 % de la población mundial. Se caracteriza por una interacción compleja entre el intestino y el cerebro, y se manifiesta principalmente a través de dolor abdominal recurrente combinado con cambios en la frecuencia o consistencia de las deposiciones. Aunque el síndrome del intestino irritable no pone en peligro la vida, puede deteriorar significativamente la calidad de vida. Muchos pacientes también sufren de ansiedad y depresión. Los métodos tradicionales de tratamiento incluyen medicamentos para aliviar los síntomas y estrategias psicológicas, pero las intervenciones dietéticas se están convirtiendo en una parte cada vez más importante del manejo de esta afección.

El creciente interés en el tratamiento dietético se debe a estudios clínicos y a la preferencia de los pacientes por métodos no farmacológicos. Los cambios en la dieta ofrecen una forma accesible y segura de mejorar los síntomas del síndrome del intestino irritable. Sin embargo, la implementación exitosa de estos cambios requiere una comprensión cuidadosa de los síntomas del paciente, sus preferencias y su estado general de salud. Las intervenciones dietéticas pueden variar desde el uso de suplementos específicos hasta cambios amplios en la dieta, cada uno con sus ventajas y desafíos.

Suplementos y fibras

Los suplementos son una de las estrategias más simples dentro del tratamiento dietético del síndrome del intestino irritable. Los suplementos de fibra, especialmente el psyllium, se utilizan con frecuencia para aliviar los síntomas. El psyllium, una fibra parcialmente fermentable, ayuda a aumentar el volumen de las heces, acelerar el tránsito intestinal y mejorar la microbiota del intestino. Varios estudios han confirmado la eficacia del psyllium para aliviar los síntomas, lo que lo convierte en una opción popular entre los pacientes. Por otro lado, el salvado de trigo, otra fuente común de fibra, ha mostrado beneficios limitados y a menudo difíciles de distinguir de los efectos placebo.

Los prebióticos, como la inulina y los galactooligosacáridos, han sido estudiados por sus posibles beneficios para la microbiota intestinal. Aunque los prebióticos teóricamente pueden promover el crecimiento de bacterias beneficiosas, los estudios clínicos en pacientes con síndrome del intestino irritable han arrojado resultados mixtos. Algunos pacientes informan mejoras en los síntomas, mientras que otros notan un empeoramiento, probablemente debido a la naturaleza fermentativa de los prebióticos. Esto subraya la importancia de seleccionar cuidadosamente a los pacientes y ajustar la dosis de manera personalizada al usar prebióticos.

Estrategias dietéticas

Para los pacientes que prefieren fuentes naturales de fibra, los alimentos ricos en fibra son una alternativa a los suplementos. Los estudios que comparan dietas altas y bajas en fibra en pacientes con síndrome del intestino irritable muestran que los síntomas mejoran en ambos grupos, lo que sugiere que la cantidad total de fibra es más importante que su fuente. Los cereales, las frutas y las verduras son opciones prácticas para aumentar la ingesta de fibra.

Los alimentos fermentados, como el kimchi, el chucrut, el kéfir y el kombucha, se han vuelto populares debido a sus posibles beneficios para la salud intestinal. Estudios preliminares indican que estos alimentos pueden mejorar los síntomas del síndrome del intestino irritable, aunque sus beneficios a menudo no superan a los de sus equivalentes no fermentados. Esto sugiere que sus efectos positivos están más relacionados con su perfil nutricional que con el proceso de fermentación en sí. El kiwi verde, conocido por sus propiedades laxantes naturales, ha sido estudiado en pacientes con síndrome del intestino irritable predominante en estreñimiento, pero no ha mostrado beneficios significativos en comparación con el psyllium.

Cambios dietéticos amplios

Los cambios dietéticos amplios ofrecen un enfoque integral para manejar los síntomas del síndrome del intestino irritable, ya que buscan eliminar múltiples factores dietéticos simultáneamente. La dieta mediterránea se destaca como una opción prometedora para manejar esta afección. Es rica en frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, frutos secos y aceite de oliva, con un consumo moderado de pescado y limitado de carnes rojas y alimentos procesados. Esta dieta se centra en alimentos densos en nutrientes y antiinflamatorios. Los estudios preliminares muestran que esta dieta puede mejorar tanto los síntomas gastrointestinales como la salud general.

La dieta baja en oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables (FODMAP, por sus siglas en inglés) es una de las estrategias dietéticas más efectivas para el síndrome del intestino irritable. Esta dieta implica la restricción de alimentos ricos en carbohidratos fermentables, como la cebolla, el ajo y el trigo, para reducir síntomas como hinchazón, gases y diarrea. La dieta consta de tres fases: restricción inicial, reintroducción gradual para identificar desencadenantes individuales y una fase personalizada para el mantenimiento a largo plazo. A pesar de su complejidad, este enfoque estructurado puede aliviar significativamente los síntomas, aunque también puede representar desafíos considerables para los pacientes.

Para abordar estos desafíos, se ha desarrollado una “dieta suave en FODMAP”. Este método se dirige únicamente a los alimentos más problemáticos, como la cebolla, el ajo y ciertas legumbres, reduciendo la carga para los pacientes y manteniendo al mismo tiempo un control efectivo de los síntomas. Los estudios indican que este enfoque menos restrictivo puede ofrecer resultados comparables a la dieta completa en FODMAP.

Conclusión

El tratamiento dietético es una parte fundamental en el manejo del síndrome del intestino irritable y ofrece a los pacientes una forma efectiva de controlar los síntomas y mejorar su calidad de vida. A través de suplementos específicos, estrategias basadas en alimentos o cambios dietéticos amplios, las intervenciones dietéticas pueden aliviar significativamente los síntomas en muchos pacientes. Sin embargo, la implementación exitosa requiere una evaluación cuidadosa de las necesidades, preferencias y desafíos individuales. Consultar con un especialista es fundamental para garantizar la seguridad, la eficacia y la sostenibilidad de los planes dietéticos. Los pacientes interesados en explorar estrategias dietéticas para el manejo del síndrome del intestino irritable pueden contactar al Dr. Christos Zavos, gastroenterólogo y hepatólogo certificado, con sede en Tesalónica, Grecia. Para recomendaciones personalizadas y planes dietéticos individuales, puede comunicarse al teléfono (+30)-6976596988 o (+30)-2311283833, enviar un correo electrónico a czavos@ymail.com o visitar el sitio web peptiko.gr.

Last update: 10 November 2024, 10:31

DR. CHRIS ZAVOS, MD, PHD, FEBGH

Gastroenterologist - Hepatologist, Thessaloniki

PhD at Medical School, Aristotle University of Thessaloniki, Greece

PGDip at Universitair Medisch Centrum Utrecht, The Netherlands

Ex President, Hellenic H. pylori & Microbiota Study Group